Los JW han enseñado por muchas décadas que el Reino de David fue suprimido por siete Tiempos, desde el año 607 aEC hasta el año 1914. Providencialmente, esa idea es correcta. Sin embargo, existe evidencia fuerte que indica que el templo de Salomón no fue destruido en 607 aEC, sino en 587-586 aEC. Entonces, ¿qué sucedió en 607 aEC?
El templo fue destruido en el año 19 del rey Nabucodonosor, o sea en el año 11 del rey Sedequías. Ese año fue 586 aEC. Ahora bien, si bien es cierto que Sedequías fue descendiente del rey David, él fue instalado por el rey de Babilonia en 596 aEC. Y no murió en Jerusalén, sino que fue desterrado y asesinado. Este acto de morir en el destierro es una clave que indica que Sedequías no fue representante del Reino de David.
Antes de Sedequías estuvo Joaquín, que reinó tres meses, entre 597 y 596 aEC. Él tampoco se quedó en Jerusalén, pues fue llevado al destierro por décadas. Y antes de Joaquín estuvo Jehoiaquim, quien también fue descendiente de Josías, pero fue instalado por el Faraón Nekoh, un gentil, en 607 aEC.
La evidencia sugiere que el último rey aprobado como heredero legítimo de David fue Josías. Él murió por mano del Faraón Nekoh, y entonces sucedió que el pueblo instaló a Jehoacaz, quien reinó por tres meses y luego fue sacado de Jerusalén.
Así pues, la restricción sobre el Reino de David vino cuando Nekoh, el rey de Egipto, tomó el control del reino de Judá instalando un rey vasallo. Luego impuso un tributo grande sobre el pueblo. Esto ocurrió en 607 aEC, y es por ello que vemos muy probable que desde allí se cuenten los siete Tiempos (ó 2520 años) y luego, desde los cielos, Jesucristo comience a reinar en medio de sus enemigos.
Examine, estimado lector, la evidencia bíblica. Ninguno de los descendientes de Josías reinó en el nombre de Yehóvah. Todos fueron sacados de Jerusalén y murieron en una condición de cautiverio. Compare con lo que les ocurrió a los diferentes reyes que descendieron de David. Use las Escrituras para entender esto. Todo rey que muere en cautiverio simplemente no es legítimo, pues perdió su derecho a ser enterrado en la Ciudad de David.
A decir verdad, parece que Josías fue el último rey, y en 608 aEC, a los 390 años desde que Jeroboán instaló los becerros idolátricos en Israel (997 aEC). Lo que es más, el nombre Josías fue predicho en el contexto de la idolatría de Israel. El juicio contra el pecado de Israel vino con las reformas y la limpieza que hizo Josías contra los altares falsos.
Así pues, este tema es profundo y requiere mucho discernimiento. La Primera Guerra Mundial vino en 1914 porque el Reino de Dios estaba comenzando a manifestarse por medio de la clase José. Hoy le llega el juicio a la falsedad, y estamos contentos de ver esa realidad.
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