sábado, 30 de diciembre de 2017

Los hijos de los Pactos

Si tomamos como base la ilustración acerca de Sara y Agar, según Gálatas, mujeres que representan dos pactos, entonces llegamos a entender qué representan Lea, Raquel y las dos esclavas.

En Génesis 33 se da a entender que existen tres fases en la existencia del pueblo de Dios. En todas ellas hay un período de siete Tiempos implicado, porque se vio que Jacob se inclinó siete veces. Al final de cada ciclo, un pueblo nace.

Para empezar, al final de siete Tiempos de restricciones sobre el suelo, llegó a la existencia Israel como nación, en 1473 aEC. Este pueblo de Dios fue representado por los hijos de las esclavas. Es lo mismo que se ilustró con el hijo de Agar. Y si son dos hijos es porque probablemente hubo dos instancias en relación con el Pacto de la Ley: La primera cuando llegó a existir la nación, y la segunda al comenzar las 70 Semanas, cuando Israel volvió a comprometerse en guardar el Pacto, el 24 de Tishri de 455 aEC.

Luego, al finalizar siete Tiempos de restricciones sobre el espíritu de Yehóvah, vino a existir, desde el año 33, la congregación cristiana primitiva, compuesta principalmente por judíos. Estos fueron representados por los hijos de Lea. Ella fue una esposa, no una esclava, y corresponde con Sara.

Ahora bien, después que finalizó el tercer período, entre 1914 y 1919, vino a existir la congregación cristiana restaurada, compuesta principalmente por gentiles. Estos corresponden con el primer hijo de Raquel, quien también fue esposa de Jacob. Raquel representó, como Sara, el Pacto Abrahámico.

Finalmente, viene un último período de siete Tiempos, que no sale de Génesis 33, porque Benjamín todavía no nacía, un período que culmina entre 2013 y 2018. Éste debió de comenzar con el nacimiento de la democracia y la república del mundo grecorromano, y culmina con el nacimiento final del Reino de Dios. Para entender esto, tengamos en cuenta lo siguiente.

La primera restricción del Reino de Dios estuvo relacionada con Jerusalén y la dinastía se David. La representación estuvo enlazada a Israel, es decir los judíos. La segunda estuvo relacionada con los gentiles, al parecer. En 508 aEC nació la democracia en Atenas, la máxima expresión de la gobernación humana, el sistema que dio origen a la Bestia. En el año 2013, al tiempo que se cerró el Modelo del Santuario, se cumplieron 2520 años desde ese principio, y entonces comenzó a formarse la última clase de cristianos, representada por Benjamín.

José correspondió con el Esclavo Fiel y Discreto, mientras que Benjamín es la clase que nace cuando comienza la Gran Tribulación. En el relato bíblico, Raquel muere cuando nace Benjamín y esto concuerda con la ilustración de Apocalipsis 12, donde la Mujer que clama en su agonía tiene una corona de 12 estrellas, porque el sellado de los 144.000 escogidos se completa y nace el Reino de Dios en los cielos.

Visto esto, el tiempo en el que el Pacto Abrahámico se cierra es inminente. Y si se cumplen 11 Tiempos (3960 años) en mayo o junio de 2018 no es por nada. Algo tendrá que suceder para que se vea la confirmación.

A lo mejor, ya está sucediendo...

viernes, 29 de diciembre de 2017

Y seguimos tomando en cuenta...

Aprovechando que tengo unos momentos de libertad, sigo escribiendo algunas notas.

En relación con los tres períodos de siete  Tiempos, vale la pena tomar en consideración que son reales, pero no son explícitos en las Escrituras. Y eso me hace pensar que uno debe esforzarse por ir más allá de lo evidente.

El período que tiene que ver con el gobierno se cerró entre 1914 y 1919. Debió de comenzar desde 607 aEC, cuando los reinos de las naciones comenzaron a ejercer dominio sobre la dinastía de David. Esto llegó a ocurrir cuando el Faraón Nekoh instaló al rey vasallo Jehoiaquim y/o poco después, cuando el rey de Babilonia impuso un tributo al mismo y tomó el control del gobierno de Jerusalén.

Ahora bien, al margen de las discusiones sobre este período, que tiene que ver con la presencia activa del Mesías a través de un pueblo de Yehóvah, existen pues dos períodos similares. Ambos comienzan con una restricción por parte de Yehóvah y culminan con una restauración por parte del Mesías. Recordemos algunas pautas.

El 16 de Abib de 1473 aEC, después que Josué había hecho ingresar al pueblo de Israel a la Tierra Prometida, el Mesías se presentó en la forma del Príncipe del Ejército de Yehóvah. Ese día fue el final de un período de 2520 años (siete Tiempos) que había comenzado con la expulsión de Adán del Jardín de Edén (en 3993 aEC). En el principio de este período Dios había estacionado querubines con una espada llameante para obstruir la entrada al Jardín. Ese Jardín, a propósito, debió de ser toda la franja de Palestina, cuyo límite oriental era el río Jordán. Luego, el Príncipe se presenta delante de Josué con una espada desenvainada. Este período tiene que ver con una restricción del suelo. Esto es coherente, porque Israel es un representación colectiva de Adán.

El otro período de 2520 años culmina con el principio de la obra de Jesús en la Tierra. Mateo, Marcos y Lucas dan a entender que el tiempo señalado para esto fue cuando Jesús inició su obra pública en Galilea, más o menos en noviembre del año 30. Esto significaría que este período comenzó alrededor de noviembre de 2491 aEC.

Para entender el principio de este período tenemos que irnos a la declaración formal de Yehóvah, según Génesis 6:3, donde se dio una restricción sobre el espíritu santo. Esta restricción culminó con la obra espiritual del Mesías, y daría origen a la congregación cristiana en el año 33, al tiempo del Pentecostés.

Téngase en cuenta que al finalizar cada período de siete Tiempos, se manifiesta un pueblo de Dios. El primer período estableció a Israel en su tierra física, y les permitió a estos siervos antiguos de Yehóvah cumplir con su comisión de representarlo ante las naciones con el Pacto de la Ley. El segundo período dio origen a los cristianos primitivos, en reemplazo de los israelitas. Finalmente, el tercer período dio origen a la congregación cristiana moderna.

Al parecer cada período culmina con un lapso de formación de cinco años. El primero estuvo enmarcado entre 1473 y 1468 aEC, cuando se completó la conquista de Canaán. Y puesto que el tercero se enmarcó entre 1914 y 1919, cuando nació la clase José, entonces el segundo, al parecer, debe de haberse enmarcado entre el año 33 y el año 38. En consecuencia, el fin de la Era del Pacto Abrahámico tendría que ocurrir en la primavera de 2018, unos 1980 años después del año 38.

En una entrada que viene, volveremos a revisar el tema de los hijos de Lea y Raquel.

Siempre es bueno recordar...

Los JW descubrieron que los siete Tiempos que llevaban a la presencia de Jesús culminaron en 1914. Luego, se dieron cuenta que una clase nueva de cristianos había nacido en 1919. Esa clase es la que contenía el Esclavo Fiel y Discreto, a la cual yo llamo la clase José, el administrador de alimentos y revelador de secretos. Así pues, aún cuando uno no tiene clara la información sobre cuál fue el verdadero final de esos siete Tiempos (ó 2520 años), lo que sí es seguro es que el cristianismo verdadero fue manifestado en 1919, poco después de la concepción de la Bestia, la Sociedad de Naciones.

Esta información nos dice que el fin tiene que venir antes que se complete la generación de 100 años que se prefijo que existiría, en términos cronológicos. Porque es patente que el modelo bíblico dice que los hijos de Noé nacieron unos 100 años antes del Diluvio. Además la separación generacional entre Abrahán e Isaac fue de 100 años, lo cual es significativo, en vista de lo que representan ambos personajes.

Así pues, estamos al umbral del cambio, porque la clase José nació después de ser sometida a prueba. ¿De qué prueba hablamos? Del encarcelamiento de sus ocho dirigentes antes del verano de 1918. De hecho, fue un 7 de mayo cuando se emitieron órdenes de arresto y un 21 de junio cuando fueron condenados. Hablamos de un período que enmarca el tercer mes bíblico (Siván, entre mayo y junio) .

Esto quiere decir que mayo y junio de 2018, es decir 100 años después, son un tiempo señalado por la cronología. Y parece que no es casualidad que justamente en ese tercer mes (del 17 de mayo al 15 de junio) se hayan cerrado los 70 años del Estado de Israel.

En el cuadro más grande e inmenso, es en ese tercer mes, el mes de la siega del trigo (que representa a los cristianos), cuando se cierran los 11 Tiempos del Pacto Abrahámico, representado por Sara y Raquel, esposas de Abrahán y Jacob respectivamente. Ambas son lo mismo.

Apocalipsis 12 representa ese cierre, cuando por fin Raquel, en su agonía, completa sus 12 hijos, siendo la clase Benjamín el último de ellos. Estos serían los últimos 12.000 miembros que tendrán que ser sometidos a prueba pronto. La clase José nació en medio de dolores de parto (la Primera Guerra Mundial), antes que naciera la Bestia. Hoy veremos a la clase Benjamín, naciendo en medio de otros dolores de parto, antes que la Bestia final comience a ejercer su autoridad de 42 meses.

Son dos los hijos de Raquel, y nacen en tiempos diferentes, con una separación de 100 años. Ambos son el cristianismo restaurado de hoy. Y tendremos el privilegio de verlos vivos durante la Gran Tribulación.

Si realmente es así, lo cual es muy probable, aunque también podemos errar, entonces la celebración de la Cena del Señor, al tiempo de la luna llena del 31 de marzo, será el día en el que finalmente los miembros de esta clase serán manifestados. Y entonces, al tiempo del Pentecostés, el 22 de mayo, estarían viéndose los indicios de un cambio en la historia del pueblo de Yehóvah. Poco después de eso, o incluso de inmediato, tendríamos el principio de las 2300 "tardes mañanas" de Daniel 8, un período de algo más de seis años en el que todas las profecías de la Biblia se hacen realidad.

Luego, eso confirmaría que la historia del hombre dura 6049 años completos, siendo el año 6050 el punto de inicio del Milenio del Mesías. Y esto, si es cierto, por alguna razón extraña, me ha sido dado como resultado de mis investigaciones. Le agradezco de antemano a Yehóvah por su gran consideración, porque no soy merecedor en absoluto de esa información. De hecho, no me considero parte de la clase Benjamín, porque tengo una vida tan común y corriente como las demás personas de este mundo.

Ante todo esto, solamente queda decir que sería muy bueno resumir todo lo que hemos aprendido hasta ahora y darle un  último vistazo. Porque es en el proceso de estudiar y revisar que se descubren cosas nuevas. Así pues, tengo la buena actitud de escribir de nuevo un libro corregido sobre todo esto que nos ha llevado a concluir que el fin se manifiesta entre 2018 y 2024. Quizás esta información sea necesaria para aclarar las dudas de muchos que serán sometidos a pruebas en breve.

El fin de todas maneras viene. Y lo que hemos descubierto debe de tener algo de razón, porque ya la ONU está mostrando su intención de tomar decisiones sobre el estatus de Jerusalén. Y aparte de ello, Rusia, el Rey del Norte, está mostrando desde este año oposición a la obra de los JW.

El escenario se está formando. Mantegámonos alerta.

lunes, 25 de diciembre de 2017

Sobre la cronología que utilizamos y los datos que nos llevan al final

La cronología que utilizamos se basa en las investigaciones de la Sociedad Watchtower de a mediados de los años cincuenta, pero con algunos ajustes importantes basados en la evidencia más confiable. Curiosamente, siempre se llegará a 4026 a.E.C. como el año en el que comenzó la vida formal de Adán, así que considero importante que la esencia de esta cronología se mantenga a pesar de los ajustes. A continuación, algunas pautas generales sobre su reconstrucción.

El punto de partida es el primer año de Ciro el Persa que comenzó en Abib de 538 a.E.C. Babilonia había caído en Etanim del 539 a.E.C., llegando así el final de sus 70 años de dominación. En algún momento de ese año primero de Ciro se dio la orden para que los judíos pudieran regresar a sus tierras. Luego, para Etanim del año 537 a.E.C. debieron de estar ya morando en sus ciudades, según el relato de Esdras 1. En el año 536 a.E.C. se pusieron los fundamentos del templo de Yehóvah. Fue entonces, cuando se completaron 70 años de castigo sobre la tierra de Judá, los cuales tendrían que haber comenzado entre 607 y 606 a.E.C., durante el reinado de Jehoiaquim, el primer rey vasallo de las naciones. En aquel entonces, probablemente, comenzaron los siete Tiempos de restricción sobre la dinastía del rey David, llegando a culminar entre 1914 y 1915, cuando la Primera Guerra Mundial estaba en desarrollo.

Todos esos dolores de parto que hubo entre 1914 y 1918 dieron como resultado el nacimiento de un nuevo escenario mundial. Fue concebida la Sociedad de Naciones, que más tarde sería la Organización de las Naciones Unidas. También nació la clase José, es decir los cristianos restaurados de los últimos tiempos, la primera clase que salió de Raquel. La segunda clase terminará su nacimiento en medio de la Gran Tribulación, que es la última expresión de los dolores de parto de las profecías. La clase Benjamín se está formando ya, porque han aumentado los participantes de la Cena del Señor entre los cristianos actuales. Esa clase contiene 12.000 miembros, según Apocalipsis 7, lo cual explica el porqué hubo 18.000 participantes del pan y el vino en 2017, cuando hace años había 8.000.

Bueno, el juicio que comenzó contra los judíos entre 607 y 606 a.E.C. tuvo sus causas en el Pecado de Jeroboán, el Error de Israel, que ocurrió después de la muerte de Salomón, entre 997 y 996 a.E.C. Según Ezequiel, habría un período de 390 años en el que se sucedieron los reyes de Judá, desde Rehoboam hasta Josías y Joaquín, y luego, vinieron los últimos gobernantes descendientes de Josías, los cuales ya no representaron el Reino de Dios en el trono de David, porque fueron vasallos de Egipto y Babilonia. Ninguno fue enterrado en la Ciudad de David, una clave que ayuda a entender su situación ilegítima. Fueron muertos en un estado de cautiverio, fuera de Jerusalén.

Ahora bien, el último año de Salomón debió ser 998 a.E.C., es decir, su año 40. Entonces el primer año debió de ser 1037 a.E.C., cuando todavía era corregente con David su padre. Luego, a partir de 1 Reyes 6 sabemos que el año 4 de Salomón fue el principio de la construcción del templo, el cual fue completado a finales de 1027 a.E.C., siete años después, y fue inaugurado en Etanim de 1026 a.E.C. Además, ese año 4 de Salomón fue también el año 480 desde el Éxodo de Israel, lo cual coloca el nacimiento de Israel en Abib de 1513 a.E.C.

Es de sumo interés recordar dos líneas de confirmación sobre la fecha del Éxodo:
  1. Desde la primera Pascua, el 31 de marzo de 1513 a.E.C. y la Pascua de la muerte de Jesucristo, el 1 de abril del 33, hay exactamente 564.300 días, ni más ni menos, lo cual es perfecto por sí mismo. No hay nada más que deducir sobre esta clave.
  2. En 1513 a.E.C. el primer sábado que celebró Israel fue realmente un día sábado. El 14 de Abib coincidió con el miércoles 31 de marzo, según el calendario astronómico. Luego, fue sábado el 17 de Abib, luego el 24 de Abib y el 1 de Ziv. Entonces fueron sábados también el 8 y el 15 de Ziv. Y el relato bíblico dice que ese día comenzó a caer el maná del cielo, y entonces hubo observancia sabática el 22 de Ziv, a los siete días. Y así sucedió.
A partir de 1513 a.E.C. tenemos el tiempo en el que Abrahán entró en la Tierra Prometida y fue validado el Pacto Abrahámico. La Biblia aclara que esto ocurrió 430 años antes, en el año 1943 a.E.C., al tiempo de la siega del trigo. Allí comenzaron los 11 Tiempos del Pacto Abrahámico (3960 años), los cuales fueron representados en el drama simbólico de Génesis 15, y terminarán indefectiblemente en mayo o junio de 2018, el año que va a comenzar. La hora de Jerusalén llega justamente al cerrarse los 70 años del Estado de Israel. No es posible otra interpretación aquí. 

Luego,  tenemos que Abrahán entró en aquella tierra al morir su padre Taré, quien había cumplido 205 años. Entonces, tenemos que Taré nació en 2148 a.E.C. Y allí acudimos a la lista de generaciones de Génesis 11, donde se ve que hay 220 años entre Arpaksad, el hijo de Sem, y el nacimiento de Taré. Entonces tenemos a Arpaksad naciendo en 2368 a.E.C., exactamente 2400 años antes del sacrificio de Jesucristo, en el año 33.

Ahora bien, Arpaksad había nacido dos años después del Diluvio, lo cual significa que en 2370 a.E.C. el año del Diluvio estaba en progreso. De hecho, fue más o menos al tiempo del Pentecostés que Noé envió la paloma a explorar si había tierra. Y esa paloma representó el espíritu santo mientras que la rama de olivo representó a los escogidos, quienes nacieron al tiempo de la siega del trigo después.

El Diluvio, por lo tanto, tuvo lugar en el mes de Bul de 2371 a.E.C., entre octubre y noviembre, precisamente unos 2400 años antes que Jesús comenzara a hacer su obra pública en Galilea (en el otoño del año 30). Ése fue el año 600 de Noé, lo cual significa que el primer año de Noé 2970 a.E.C. Y es aquí entonces cuando acudimos a la tabla de generaciones de Génesis 5 y vemos que desde Adán hasta Noé había pasado un período de 1056 años, lo cual nos permite deducir que el primer año de Adán comenzó en Etanim de 4026 a.E.C.

No es casual, entonces que el 1 de Etanim de 4026 a.E.C. coincidiera con el primer día del otoño, 24 de septiembre. En ese año la luna nueva coincidió con el equinoccio. Así que es muy probable que desde allí comenzase la cuenta de la historia, es decir, los 6049 años que culminarán el 23 de septiembre de 2024. Tampoco es casual que entre el primer año de Adàn (4026 a.E.C.) y la inauguración del templo, el cual representó a Adán (1026 a.E.C.), hubiera 3000 años de separación. La cronología, por lo tanto, está bien establecida.

Sin embargo, hay un ajuste que la Sociedad Watchtower no toma en cuenta por cuestiones no entendibles todavía. La destrucción del templo de Salomón ocurrió en el año 19 de Nabucodonosor, que según las evidencias fue 586 a.E.C. Y esto se confirma porque 2300 años antes, como la representación de las 2300 tardes mañanas de Daniel 8, que comienzan al cerrarse el Pacto Abrahámico, había ocurrido la muerte de Enós (2886 a.E.C.), cuya vida representó precisamente la Era del Pacto Abrahámico, donde los hombres invocan el nombre de Yehóvah.

A decir verdad, el año 586 a.E.C. está correctamente establecido como referencia no solo por las evidencias de la arqueología, sino por los paralelismos. Israel tenía que vivir 930 años, igual que Adán lo hizo. Él murió en 3096 a.E.C., precisamente unos 3165 años antes del fin de la Era de Israel (año 70), estando el Éxodo precisamente en el centro de ese período, en la primavera de 1513 a.E.C.

Pero Israel y su santuario, en realidad vivieron 926,5 años, los cuales se cuentan desde Abib de 1512 a.E.C. (cuando ocurrió y la inauguración del tabernáculos respectivamente) y terminan en Etanim de 586 a.E.C. (cuando Judá se fue al destierro). ¿Por qué hay esa diferencia de 3,5 años en la cuenta? Por la misma razón que faltan esos 3,5 años a las 70 Semanas de Años (490 años) que hubo desde la inauguración del tabernáculo (Abib de 1512 a.E.C.) hasta la inauguración del templo de Salomón (Etanim de 1026 a.E.C.) Había media semana sin considerarse, en armonía con el modelo de las 70 Semanas de Daniel 9, relacionadas con el Mesías.

Luego, por deducción pude descubrir que la primera destrucción del templo correspondió con la muerte de Adán, mientras que la segunda con el Diluvio. Tienes sentido, en realidad. Y ese secreto misterioso se aclarará pronto, cuando tengamos evidencia sobre el principio de las últimas 2300 mañanas tardes, en mayo o junio de 2018.

A decir verdad, los datos son abrumadores y a veces tremendamente agitadores. No se puede tapar l sol con un dedo. Y es por eso que la deducción sobre los 6049 años sorprende en gran manera. En 2018 se cierra la Era Abrahámica. Eso es lo que dicen estos números. Y eso significa que en la conmemoración de la Cena del Señor, que tendría que ocurrir el 31 de marzo, se habrá escogido a los últimos miembros de los 144.000 esclavos de Dios, es decir, los últimos 12.000 sellados (la clase Benjamín). Y dice la Biblia que el nacimiento de Benjamín coincidió con la muerte de Raquel (la madre de los cristianos, el Pacto Abrahámico). El Pacto habrá cumplido su propósito, el cual es proveer a los hijos que reinarán con Jesús. Entonces, se soltarán los vientos de la calamidad sobre la cristiandad, lo cual significará los toques de las siete trompetas. Entonces, el 31 de marzo se verá, según se entiende, el momento culminante. En ese día también se cumplen exactamente 3530 años solares desde la luna llena del Éxodo de Israel.

Entonces, estemos alerta. Los eventos que se vienen sobre Jerusalén serían una clave para entender lo que se viene. Y hay muchas cosas más que hay que revisar a fondo para poder mantener claras las cosas.

sábado, 23 de diciembre de 2017

Apuntando al Pentecostés de 2018

Las noticias acerca de la ONU en relación con Jerusalén son interesantes y oportunas. Había una profecía que decía:

Aquí voy a hacer de Jerusalén+ un tazón [que causa] vértigo a todos los pueblos en derredor;+ y también contra Judá él llegará a estar en sitio, [hasta] contra Jerusalén.+ Y en aquel día tiene que ocurrir+ [que] haré de Jerusalén una piedra pesada+ para todos los pueblos. Todos los que la alcen, sin falta se conseguirán severos rasguños; y contra ella todas las naciones de la tierra ciertamente serán recogidas.+ (Zacarías 12:2, 3.)

Aunque el significado de esta profecìa va por el lado del Israel espiritual, parece que también habrá una manifestación física, porque al final de cuentas fue en Jerusalén, según la evidencia, el punto de partida de la historia del hombre. Allí estuvieron los dos árboles del Jardín de Edén: El del conocimiento de lo bueno y lo malo (el gobierno), que estuvo en el Monte Sión, y el árbol de la vida (el sacerdocio), que estuvo en el Monte Moriah. En realidad, el territorio del enorme Jardín de Edén debió de corresponder con el de la visión de Ezequiel acerca de las 12 contribuciones, al final del libro.

Jesús predijo que el Lugar Santo sería rodeado de ejércitos, y como van las cosas, es probable que se vean noticias de alteraciones religiosas en los días que vienen. Hay una especia de empuje entre la ONU y los Estados Unidos, y esto puede ser la antesala del fin de la hegemonía angloamericana. Cuando la ONU asuma el poder mundial, es evidente que el OSO RUSO sea el que dicte las normas, y ya sabemos de antemano que estamos hablando del Rey del Norte.

Revelación 11 y 13 dan a entender que la autoridad final de la Bestia tendrá lugar por 42 meses, y ese período probablemente esté por comenzar en breve. Asumo que podría ser a partir del Pentecostés, alt tiempo de la siega del trigo.

Hubo 604.900 días entre Adán y el fin del Diluvio, y habrá, según se vio, 6049 años entre Adán y el fin del juicio contra este mundo. Es un cálculo sorprendente el que se hizo, pero nunca se sabe la verdad final hasta que se vean los eventos.

Estemos al tanto.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Se acerca el fin de los últimos 70 años de Israel y el final de la Era del Pacto Abrahámico

Todo parece indicar que el fin de los 70 años de Israel coincidirá con el fin de la Era del Pacto Abrahámico, la cual comenzó exactamente hace 11 Tiempos (3960 años). La razón para la existencia de estos 70 años tiene que ver con los 70 años que Israel perdió en el pasado.

Adán vivió 930 años, es decir 70 años menos que un Milenio. A Israel se le había dado la oportunidad de existir como nación de reyes y sacerdotes por 1.000 años y ese modelo quedó truncado en el año 586 a.E.C. cuando el templo y el sacerdocio cesaron sus funciones. Entonces hubo un período de 70 años hasta 516 a.E.C., y entonces volvió a existir el servicio sagrado, pero esto fue bajo el dominio de potencias como Medopersia, Grecia y Roma. {En realidad, esta idea de los 1.000 años es buena, porque así como hubo 1655 años entre Adán y el Diluvio, también hay 1655 años entre Israel y su Diluvio, pero con una ausencia de 70 años. De hecho, hay 655 años entre 586 y 70 E.C., es decir, 1.000 años menos que 1655 años. Y hay 1585 años (1655 menos 70) entre el Éxodo de Israel (1513 a.E.C.) y el fin de la guerra de Roma contra los judíos (73 E.C.)}

Estos 70 años actuales, sin embargo, no tienen la existencia del templo. Y no la pueden tener, porque Yehóvah permitió que los islámicos tuvieran la jurisdicción de la Zona del Santuario en Jerusalén. Y aunque los judíos de hoy tienen como mira apoderarse de ese lugar, parece que finalmente la jurisdicción de esa zona les será quitada a los islámicos y será dada a las Naciones Unidas por un período predicho en la Biblia como 42 meses.

Los últimos eventos parecen indicar una de dos cosas. Si los Estados Unidos, la potencia dominante, impulsan el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, entonces Israel sería la representación de las ONU sobre la zona y tendrá autoridad sobre la Zona del Santuario por 42 meses. Y si no es así, entonces este Falso Israel será humillado, y entonces la ONU gobernará esa zona por ese espacio de tiempo.

La clave está en los 70 años, que comenzaron en realidad el 14 de mayo de 1948, la fecha del Pentecostés. Muy apropiado. Cabe aclarar que en realidad los judíos actuales consideran que esa fecha fue el 5 de Ziv (Iyyar), porque ellos pusieron su mes de Abib (Nisán) como comenzando después del equinoccio de primavera. Sin embargo, según los parámetros de los testigos de Jehová actuales, el mes de Abib en 1948 comenzó el 9 de marzo, siendo la Pascua el 22 de marzo, es decir, la primera luna llena después del equinoccio.

Esto significaría que los 70 años culminan en el Pentecostés de 2018. Puesto que la Pascua será el 31 de marzo, entonces el Pentecostés será, como ocurrió en el 
año 33, el 23 de mayo. A partir de allí, cerrándose la Era del Pacto Abrahámico, las Naciones Unidas tendrían jurisdicción sobre la Zona del Santuario y comenzarían los últimos 2300 días y los 1260 días de Revelación 11 y 13.

Tiene sentido, al final de cuentas. Esos 2300 días culminarían en Etanim de 2024. Si comienzan exactamente el 23 de mayo de 2018, entonces culminarán el 7 de septiembre de 2024. Esa fecha sería la opción más temprana a esperar en el cálculo del fin de los tiempos, pero si la idea de los 6049 años ( 2.209.350 días ) es correcta, parece más probable que la cuenta final apunte al equinoccio de otoño de 2024 (23 de septiembre), es decir, unos 13 días después.

A propósito, en 2024 el mes de Etanim se presenta de la siguiente forma: Habrá luna nueva el 2 de septiembre, y el 1 de Etanim coincidiría con el 4 de septiembre, porque en este año la Pascua sería el 24 de marzo. Luego, el Día de Expiación sería el 13 de septiembre, y la Fiesta de los Tabernáculos tendría lugar entre el 18 y el 25 de septiembre. Uno se pregunta si el 7 de septiembre estará realmente dentro de Etanim, pues parece tan temprano. A menos que la cuenta nos haya llevado al 6 de Elul, el mes que precede a Etanim.

Cabe decir que el hecho de que el Pacto Abrahámico termine al tiempo del Pentecostés (23 de mayo) no necesariamente significa que allí han de comenzar los 2300 días. Es posible que hayan algunos días en los que se desarrolla un cambio de circunstancias y entonces, para el 5 ó 6 de junio comience la cuenta regresiva, llegando el final al tiempo del equinoccio de otoño. Lo que sí podría ser es que el 23 de mayo se cierre el "reinado" de Israel, ya que según Isaías 23:15 son 70 años los que un rey gobierna formalmente. { Babilonia reinó entre 609-608 y 539-538 a.E.C. como potencia mundial. }

La visión de la ONU, dada en noviembre de 1947, decía que Palestina sería dos Estados, mientras que Jerusalén sería una capital internacional. Esa visión se haría realidad. Estuvo avisada de antemano. Israel tomó su posición por su cuenta, pero ahora que finalizan los 70 años se ve que la ONU ejercerá por fin su autoridad sobre la Zona del Santuario.

Cuando revisábamos las claves de la cronología descubrimos que había un período de 2300 años desde la muerte de Enós (2886 a.E.C.) y la destrucción de Jerusalén y el templo en 586 a.E.C. Esta clave indicaba que los 2300 días comienzan al cerrarse la Era del Pacto Abrahámico. Sabemos esto porque en realidad la vida de Enós representó la Era del Pacto Abrahámico, cuando los hombres invocan el nombre de Yehóvah. En el centro de la vida de Enós, el profeta Enoc, representación de los escogidos, comenzó su profetizar (3339-3338 a.E.C.)


Para los judíos, cuya extinción como pueblo ocurrió en los años 70-73 de nuestra era, la Era del Pacto Abrahámico tuvo su centro cuando el profeta Elías comenzó su obra, en 939-938 a.E.C. Y la separación entre Enoc y Elías, que eran parecidos, fue de 2.400 años, un período similar al que hubo entre el nacimiento de Arpaksad (2368 a.E.C.) y el nacimiento de la congregación cristiana (33 E.C.) Recuérdese que es la congregación cristiana la realidad que representaron los profetas Enoc y Elías, pues la obra de los cristianos ocurrió en el centro de los 11 Tiempos, es decir, los 3960 años que hubo entre 1948-1943 a.E.C. y 2013-2018 E.C.

Lo que no está claro es por qué el fin ocurre en la primavera de 2018 cuando la mitad de los 11 Tiempos tenía que haber sido la primavera de 2013. Veamos algunas pistas sobre esta idea.

ACLARANDO LA VISTA

Es evidente que el sacrificio de Jesús y el nacimiento de la congregación cristiana tuvieron lugar en la primavera del año 33. Solamente de esa manera todas las cosas encajan perfectamente. De hecho, Jesús murió en la Pascua del 33, unos 40 años antes del cierre de la guerra de Roma contra los judíos, en Masada, al tiempo de la Pascua del año 73. También, cuando se usa esta información, tenemos la primera Pascua confirmada el 31 de marzo de 1513 a.E.C., y el nacimiento de Israel al tiempo del Pentecostés, el 22 de mayo de ese año. {Porque entre la Pascua del Éxodo y la Pascua de la muerte del Mesías hay exactamente 564.300 días, y porque en 1513 a.E.C. el primer sábado coincidió con el día 15 del segundo mes del calendario bíblico, como dice la Biblia.} Curiosamente, la primavera de 1513 a.E.C. se encuentra en el centro de un período de 3.165 años que comienza con la muerte de Adán (otoño de 3096 a.E.C.) y la destrucción de Jerusalén y su templo (verano-otoño del año 70 E.C.) Todo encaja.

Luego, se dedujo, a partir de la ilustración de Génesis 15, que en el centro del período, entre las dos mitades de los 11 Tiempos (3 + 3 + 3 años de los mamíferos y las dos aves) tendría lugar el sacrificio del Mesías. Eso indicaba que 1.980 años hacia el futuro desde el año 33 vendría el fin de la Era del Pacto Abrahámico, en la primavera del año 2013. Y el Modelo del Santuario confirmaba esta idea porque los 6037,5 años (4025 + 2012,5) que comenzaron en el otoño de 4026 a.E.C. cuando comenzó la vida de Adán, se cerraron en la primavera de 2013. La señal cronológica era clara. {También se cerraban los siete Tiempos de la democracia desde Atenas en esos días.} Pero lo único que ocurrió el 1 de Abib de 2013 fue el nombramiento del Papa Francisco, dicho sea de paso, el último Papa de Babilonia la Grande.

Por otro lado, 1980 años antes era la primavera de 1948 a.E.C., aparentemente el tiempo en el que Abrahán fue llamado de Ur de los caldeos. Sin embargo, explícitamente, la cronología nos da una fecha clara para el principio de la Era del Pacto Abrahámico, cuando Abrahán finalmente ingresa en la Tierra Prometida, en 1943 a.E.C., unos 430 años antes del nacimiento de Israel como nación. Desde allí hasta el año 2018 hay 11 Tiempos. Por alguna razón hay cinco años a tomarse en cuenta, y la Biblia los sugiere al poner 1943 a.E.C. como referencia.

En realidad, el testimonio de la congregación cristiana comenzó en el Pentecostés del año 33, pero el nacimiento mismo de esta congregación no fue en un solo día. Pasaron cosas. Los samaritanos comenzaron a entrar al año siguiente. Y los gentiles entraron en el otoño del año 36, cuando se cerraron las 70 Semanas de Daniel. Así pues, parece que el nacimiento de la nación cristiana ocurrió entre los años 33 y 38. Estos cinco años se parecen un poco a los cinco años que demoró el nacimiento de la segunda nación cristiana, en 1919 E.C. La clase José nació entre 1914 y 1919 y pasó por varias refinaciones. Lo importante, sin embargo, tuvo lugar en la primavera de 1918, cuando la obra fue puesta a prueba con la prisión de sus dirigentes, en mayo. Esto acontecía unos 100 años antes de mayo de 2018, cuando se cierra el Pacto Abrahámico, lo cual sería una confirmación de que los testigos de Jehová forman el pueblo de Dios y que los 100 años que preceden al final son reales.

Recordemos que los hijos de Noé comenzaron a nacer 100 años antes del Diluvio y que la separación generacional entre Abrahán e Isaac era de 100 años. Así pues, la generación que nació entre 1918 y 1919 cerrará sus 100 años entre 2018 y 2019. Luego, tenemos a la Bestia (la Sociedad de Naciones, que hoy es la ONU) naciendo entre 1919 y 1920, lo que indica que las naciones cerrarán su era entre 2019 y 2020. Luego vendría el Diluvio real, es decir los últimos tres años hasta el final consumado.

Así pues, con estos datos, parece razonable esperar el fin de la Era del Pacto Abrahámico en mayo o junio de 2018. ¿Y qué evento representará esto? Revelación 7 dice que se completará el sellado de los 144.000. La última Cena del Señor tendría lugar el 31 de marzo, y después ocurrirán los cambios esperados.

A propósito, Abrahán nació en la primavera de 2018 a.E.C. y hasta la primavera de 2018 E.C. hay 4035 años. El centro de ese período es el otoño de 1 a.E.C. cuando Jesús comenzó su vida, unos 70 años antes de la destrucción de Jerusalén y el templo.

Finalmente, completando la idea de la Era del Pacto Abrahámico para los judíos. Puesto que la obra de Elías tuvo lugar a partir de la primavera de 938 a.E.C., entonces hubo 1010 años desde aquí hasta el año 73 E.C. y eso fue el centro de un enorme período de 2020 años que hubo desde 1948 a.E.C., cuando Abrahán salió de Ur, el principio de los eventos. Así pues, la clave es los 2020 años. Desde el nacimiento del Mesías hasta el fin de la era de las naciones hay 2020 años, y esto fue lo que se representó con el MENE, MENE, TEQUEL y PARSIM, que significa 1000 gueras, 1000 gueras, 20 gueras y división, es decir, 2020 años hasta la destrucción de Babilonia la Grande y el fin de las naciones.

Gracias por su atención. 


lunes, 11 de diciembre de 2017

¿LLEGA EL MOMENTO DE JERUSALÉN?

El 6 de diciembre de este año el Presidente de los Estados Unidos de América anunció que su gobierno reconoce a Jerusalén como capital del Estado de Israel. Este evento ocurre a los 100 años desde la Declaración de Balfour (2 de noviembre de 1917) y a los 70 años desde que las Naciones Unidas propusiesen la partición de Palestina en dos Estados (29 de noviembre de 1947), lo que impulsó la existencia del Estado de Israel en mayo de 1948. En vista de los tiempos que se vienen, parece que este reconocimiento por parte de la potencia angloamericana es significativamente importante.

Ahora bien, ya hemos visto en este blog que hay razones de peso para creer que la cronología bíblica pone al año 2018 como un año de cierre para la Era del Pacto Abrahámico. Así pues, sería oportuno reflexionar en las implicaciones de este evento. ¿Es casual? ¿Apunta a algo mayor?

A decir verdad, parece que lo que ha acontecido es el comienzo de una “transgresión” contra Yehóvah, el único que determina quién tiene el control y jurisdicción sobre la zona del santuario, en la parte antigua de Jerusalén.

En la profecía de Daniel 8, se habla de un período de 2300 “tardes mañanas” en el cual hay una “transgresión” en relación con el santuario o lugar santo. Cierto “cuerno” actúa contra este lugar durante el Tiempo Final. Según el entendimiento de los JW, este “cuerno” es el Imperio Angloamericano. ¿Podría ser que estemos contemplando el comienzo de este período?

A partir de mis estudios cronológicos llegué a la conclusión de que el entero período de 6049 años culmina al tiempo del equinoccio de otoño de 2024, es decir el 23 de septiembre. Con esa idea, asumí que allí terminaban esos 2300 días, así que estos tendrían que comenzar a principios de junio de 2018. Sin embargo, estamos en diciembre de 2017, medio año antes. ¿Podría ser que este período comience antes? Habría que considerar algunas claves que hacen de esta idea una gran probabilidad.

Tengamos en cuenta que nuestro calendario bíblico actual toma como principio del año el séptimo mes (Abib o Nisán) en lugar del primero (Etanim o Tishri). Recordemos que fue durante los días del Éxodo de Israel cuando Yehóvah determinó que Abib sería el primer mes, desde 1513 a.E.C. Antes de ello, los años comenzaban con la primera luna nueva al tiempo del equinoccio de otoño, entre septiembre y octubre. Así pues, se asume que en algún momento, cuando venga el fin de la historia, el calendario volverá a ser corregido, llegando a ser Etanim el primer mes del año nuevamente.

Nuestro conocimiento acerca de las claves de Jerusalén y el santuario nos llevan a pensar que quizás estemos a punto de ver cómo la comunidad internacional se apodera de esa ciudad dentro de poco, cumpliéndose así una serie de profecías que darían sentido a toda esta trama de eventos. La ONU tendría el control de la zona del santuario por tres años y medio. No creo que haya casualidades.

Para entender mejor esto pensemos en lo siguiente. La expresión “desolación” se utiliza en las profecías de Daniel para hacer referencia al fin del santuario y la ciudad. Y vimos un cumplimiento de estas profecías en la destrucción que trajeron los ejércitos romanos en el año 70. En aquel tiempo llegó el fin para la era de los judíos. Ellos fueron desalojados de Jerusalén debido a su rechazo para con el Mesías y perdieron su derecho a ser el pueblo formal de Dios. Luego, Yehóvah permitió que el islam tomase el control de la ciudad e instalase el Domo de la Roca en la parte más sagrada, donde estuvo el templo de Salomón.

Así pues, la pretensión de los judíos modernos de tomar el control total de Jerusalén va en contra de la determinación divina y los intentos que hacen las naciones por favorecer la existencia del Estado de Israel no son parte del propósito de Yehóvah. Y, para ser más específicos, la zona misma del santuario no pertenece a nadie salvo al Creador, porque todo parece sugerir que allí estuvieron los dos árboles simbólicos del Jardín de Edén. Así pues, si el gobierno de los Estados Unidos decide poner a Jerusalén como capital del moderno Israel, entonces deberíamos de activar nuestro estado de alerta. Los eventos y el tiempo coinciden y nos dicen que una nueva desolación está por ocurrir debido a una “transgresión”.

Se han cerrado los 70 años de la concepción del Estado de Israel, y en mayo de 2018, según se ve, se cierra definitivamente la Era Abrahámica. Este número de 70 años se asocia con el tema de la desolación del templo, un evento que ocurrió a los 70 años del nacimiento de Jesucristo.
Los 11 Tiempos (ó 3960 años) representados en Génesis 15 comenzaron cuando fue validado el Pacto Abrahámico, en 1943 a.E.C. En realidad, puesto que la Ley de Moisés fue dada en el tercer mes (mayo/junio) de 1513 a.E.C., entonces, según Gálatas, el Pacto Abrahámico fue validado o entró en vigor en el tercer mes de 1943 a.E.C., unos 430 años antes. En consecuencia, los 11 Tiempos deben de terminar entre mayo y junio de 2018, a más tardar. Curiosamente, el Estado de Israel nació el 14 de mayo de 1948, una fecha que si bien es cierto para los judíos modernos fue el 5 del segundo mes, para nosotros sería el 6 del tercer mes, es decir, el día del Pentecostés.

Pero téngase en cuenta que en los días de Abrahán el tercer mes era el noveno, así que parece que el tercer mes estaba entre noviembre y diciembre de 1944 a.E.C., lo cual explicaría por qué están ocurriendo ciertas cosas en diciembre de este año, precisamente cuando se cierran los 11 Tiempos.

¿EN EL ANIVERSARIO DEL DILUVIO?

En este año, hubo luna nueva antes del equinoccio, el día 20 de septiembre. Se asume que el 1 de Etanim sería el 22 de septiembre, pero también es posible que esta fecha fuese el 21 de octubre, aunque sería un Etanim tardío. Si es así, entonces el día 6 de diciembre coincidió con el día 17 del segundo mes del año que comienza en Etanim, el aniversario del Diluvio.

Tanto en 1517, cuando se inició la Reforma, como en 1917 y 1947, en lo que tiene que ver con el tema de los judíos, hubo coincidencia con respecto al aniversario del Diluvio. Así que sospecho he tenido razón al afirmar desde hace tiempo que el fin de la Era del Pacto Abrahámico culmina entre noviembre de 2017 y mayo de 2018.

No he hecho los cálculos con precisión, pero si la visión de las 2300 "tardes mañanas" comenzó el 6 de diciembre, entonces terminará después del equinoccio de primavera de 2024. Actualmente sigo pensando que es más probable que esos 2300 días comiencen entre mayo y junio de 2018, pero no soy cerrado en mi conclusión. Habrá que ver cómo se van desarrollando los eventos. Se ve que afecta a todo el mundo.

En una entrada posterior, revisaremos todas las claves de Jerusalén, incluyendo la destrucción del Domo de la Roca, el tema del lugar donde estuvieron los dos árboles del Jardín de Edén, lo del templo como representación de Adán y otras cosas más.





sábado, 2 de diciembre de 2017

La verdad siempre se confirma

Cuando algo es verdadero, al final se confirma. La Biblia expone que el origen del sufrimiento vino por la desobediencia de Adán, y las investigaciones realizadas indican que la condenación de este primer hombre tuvo lugar cuando él tenía 33 años. Pues bien, no hay pasaje que exponga mejor esta realidad que el de 2 Crónicas 12:5-12

Ahora bien, en cuanto a Semaya+ el profeta, él vino a Rehoboam y a los príncipes de Judá que se habían reunido en Jerusalén debido a Sisaq, y procedió a decirles: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Ustedes, por su parte, me han dejado,+ y yo, también, por mi parte, los he dejado+ a la mano de Sisaq’”. Ante eso, los príncipes de Israel y el rey se humillaron+ y dijeron: “Jehová es justo”.+  Y cuando Jehová vio+ que se habían humillado, la palabra de Jehová vino a Semaya,+ diciendo: “Se han humillado.+ No los arruinaré, y dentro de poco tiempo ciertamente les daré un escape, y mi furia no se derramará sobre Jerusalén por mano de Sisaq.+  Pero llegarán a ser siervos de él,+ para que sepan la diferencia entre mi servicio+ y el servicio de los reinos de los países”.+  De modo que Sisaq+ el rey de Egipto subió contra Jerusalén y tomó los tesoros de la casa de Jehová+ y los tesoros de la casa del rey.+ Todo lo tomó; así que tomó los escudos de oro que Salomón había hecho.+ Por consiguiente, el rey Rehoboam hizo en lugar de ellos escudos de cobre, y los encomendó al control de los jefes de los corredores,+ los guardas+ de la entrada de la casa del rey.+  Y sucedía que siempre que el rey venía a la casa de Jehová, los corredores entraban y los llevaban y los devolvían a la cámara de la guardia de los corredores.+  Y debido a que se humilló, la cólera de Jehová se volvió de contra él,+ y no [pensó] en arruinarlos completamente.+ Y, además, resultaba que había cosas buenas en Judá.+

Y es que ese pasaje indica que a los 33 años desde la fundación del templo de Salomón, la representación de Adán, el Dios de Israel permitió que la entera nación comenzara a sufrir las consecuencias de su deslealtad. Tenía que aprender la diferencia entre su servicio y el de sus enemigos.

Para mí esta analogía es importante, y para confirmarla es oportuno ver la parte cronológica del tema.

El templo de Salomón fue terminado en el año 11 del rey Salomón, según 1 Reyes 6, quien gobernó por 40 años. Entonces habían todavía 29 años por delante. Y entonces vino su sucesor, Rehoboam, su hijo. Y fue en el año quinto de Rehoboam que Sisaq, que representó a Satanás, le quitó al templo el oro, lo más valioso que tenía, el cual representa la espiritualidad del hombre. Eso quiere decir que habían pasado cuatro años completos, por lo menos, desde que Salomón dejó de reinar. Luego sumamos 29 años y 4 años y tenemos 33 años.

Recuérdese la idea básica. Adán fue condenado a la edad que Jesús murió, pues ambos eran equivalentes. Así pues, lo más probable es que esa condenación tuviese lugar en Abib (Nisán) del año 993 a.E.C., precisamente 3.000 años después de la caída de Adán (3993 a.E.C:)

Es una verdad sencilla y coherente la que dice que la expulsión de Adán del Jardín de Edén tuvo lugar siete Tiempos (2.520 años) antes que Israel, que representó colectivamente a Adán, entrase en la Tierra Prometida (1473 a.E.C.). Para mí esa es una cosa innegable, porque nada es casualidad. Entre 3993 y 1473 a.E.C. hay ni más ni menos que 2520 años. Y ambos eventos están encadenados en el significado: Expulsión del Paraíso, entrada en la Tierra Prometida.

Así pues, quien dice que la cronología estructurada no significa nada simplemente desconoce cosas. Y el que las conoce debería compartirlas.

Y ahora, pregunto: ¿Vale la pena saber esto? ¿Qué opinan ustedes?

Bienvenidos

Este es el primer vídeo del canal de Julius Corvus. A partir de ahora, visite: https://juliuscorvus.blogspot.pe El fin de los tiempo...