Los 11 Tiempos del Pacto Abrahámico comenzaron 1.980 años antes del sacrificio de Jesucristo. Sabemos esto, porque la ilustración de Génesis 15 tiene que ver con un sacrificio dividido en dos partes iguales. Es una representación simplificada del propósito de Yehóvah en la corriente del tiempo. En medio de un período de 3.960 años (11 x 360 años) tendría lugar el sacrificio del Mesías, el evento clave para la formación de la verdadera Simiente de Abrahán.
A propósito, la existencia de un período de 3.960 años es corroborada indirectamente porque esa misma cantidad de años existe entre el principio de la obra de Enoc (3339 a.E.C.) y el nacimiento del Islam, o "Ismael" (622 E.C.).
Ahora bien, aunque es lógico suponer que los siguientes 1.980 años, o sea la segunda mitad de estos 11 Tiempos, comienzan inmediatamente después del sacrificio de Jesús, parece que los tres años y medio de la fundación de la iglesia cristiana original no entran en la cuenta total del período. Esto significaría que el final de los 3.960 años del Pacto Abrahámico llegaría, no en Abib de 2013 (abril), sino en Etanim de 2016 (octubre)
En el caso del juicio contra Jerusalén, parece que se tomó como punto de referencia Etanim del 36, al finalizar las 70 Semanas de Años de Daniel 9. Esto lo digo porque el ataque de Cestio Galo, el comandante que puso la Abominación de la Desolación frente al lugar santo, llegó al finalizar la Fiesta de los Tabernáculos, el 22 de Etanim del 66, exactamente 30 años después. Esto es un Mes de Años.
De ese modo, la cronología bíblica, según se puede intuir, se encuadra bien al tomarse como base estos 490 años que hubo entre el 24 de Etanim de 455 a.E.C., cuando el pueblo, de la mano de Nehemías, volvió a comprometerse a obedecer la Ley de Moisés, y el fin de Etanim del 36 E.C., cuando fue bautizado el primer cristiano gentil, es decir, el centurión Cornelio. Es, según se ve, el final de este período el verdadero punto de partida para el principio del cristianismo. Porque el cristianismo verdadero está compuesto de judíos y gentiles unidos en una sola fe.
Así pues, sería coherente y lógico esperar que el tiempo correcto para la culminación del sellado de los 144.000 esclavos de Dios tenga lugar después de la Fiesta de los Tabernáculos de Etanim de 2016. Esto, claro está, es una deducción basada en razonamientos aceptables, pero no infalibles.
Si así sucediera, las 2.300 tardes-mañanas de Daniel 8 comenzarían con la proscripción de la obra cristiana. No puede descartarse que hayan comenzado, debido a que Rusia ha mostrado claramente sus garras de oso contra los JW. Pero eso no es para inquietarse. Estamos en un umbral interesante. Pronto se aclararán las cosas.
Ahora bien, viéndolo desde otro ángulo, sabemos, gracias a la simetría de los tiempos, que la Era Abrahámica se cierra entre 2017 y 2018, es decir, unos 70 años después del nacimiento del Estado de Israel. Esta señal es motivo suficiente para dirigir nuestra atención a la Jerusalén actual. Allí probablemente estuvieron los dos árboles del Jardín de Edén. Allí debió de nacer la rebelión, y allí llega el fin de su historia. De modo que no estaría fuera de lugar esperar oscuridad y angustia para esos años, entre 2017 y 2018. Al final de cuentas, también se cierran 3.960 años desde 1944-1943 a.E.C., cuando Abrahán entró en la tierra de Canaán. Esa entrada, según lo entienden los JW, validó el Pacto Abrahámico. Y eso da a entender Pablo en Gálatas cuando dice que la Ley vino 430 años después de la Promesa.
Entonces, vemos dos extremos asociados, separados por un año o año y medio. Etanim de 2016 y el otoño de 2017 ó la primavera de 2018.
Más allá de eso, ya no hay más. Durante estos años hemos tomado como base datos que se basan en una sola estructura cronológica. Es la misma, la que pone el sacrificio de Jesús en el 33 E.C. y el Éxodo en 1513 a.E.C. Después de 2018 se acaban las argumentaciones sobre tiempos usando esta base. Y esto lo expreso con franqueza.
Como muchos de ustedes, tengo mis asuntos, mis proyectos, mis metas. A veces, miro hacia cuatro años en el futuro y planeo cosas que procuran mejorar mi estado de vida o salud, y la de mis familiares. Y también sé lo que podría truncar esos planes. Pero hay que tomarlo positivamente. ¿Qué es mejor? ¿Tener éxito personal o la venida del Reino? Seamos realistas y usemos buen juicio con lo que tenemos en mente. Y mantengamos la espera con calma, porque "oficialmente" nadie puede saber cuándo es el tiempo señalado. A menos que ya esté aquí...