lunes, 25 de diciembre de 2017

Sobre la cronología que utilizamos y los datos que nos llevan al final

La cronología que utilizamos se basa en las investigaciones de la Sociedad Watchtower de a mediados de los años cincuenta, pero con algunos ajustes importantes basados en la evidencia más confiable. Curiosamente, siempre se llegará a 4026 a.E.C. como el año en el que comenzó la vida formal de Adán, así que considero importante que la esencia de esta cronología se mantenga a pesar de los ajustes. A continuación, algunas pautas generales sobre su reconstrucción.

El punto de partida es el primer año de Ciro el Persa que comenzó en Abib de 538 a.E.C. Babilonia había caído en Etanim del 539 a.E.C., llegando así el final de sus 70 años de dominación. En algún momento de ese año primero de Ciro se dio la orden para que los judíos pudieran regresar a sus tierras. Luego, para Etanim del año 537 a.E.C. debieron de estar ya morando en sus ciudades, según el relato de Esdras 1. En el año 536 a.E.C. se pusieron los fundamentos del templo de Yehóvah. Fue entonces, cuando se completaron 70 años de castigo sobre la tierra de Judá, los cuales tendrían que haber comenzado entre 607 y 606 a.E.C., durante el reinado de Jehoiaquim, el primer rey vasallo de las naciones. En aquel entonces, probablemente, comenzaron los siete Tiempos de restricción sobre la dinastía del rey David, llegando a culminar entre 1914 y 1915, cuando la Primera Guerra Mundial estaba en desarrollo.

Todos esos dolores de parto que hubo entre 1914 y 1918 dieron como resultado el nacimiento de un nuevo escenario mundial. Fue concebida la Sociedad de Naciones, que más tarde sería la Organización de las Naciones Unidas. También nació la clase José, es decir los cristianos restaurados de los últimos tiempos, la primera clase que salió de Raquel. La segunda clase terminará su nacimiento en medio de la Gran Tribulación, que es la última expresión de los dolores de parto de las profecías. La clase Benjamín se está formando ya, porque han aumentado los participantes de la Cena del Señor entre los cristianos actuales. Esa clase contiene 12.000 miembros, según Apocalipsis 7, lo cual explica el porqué hubo 18.000 participantes del pan y el vino en 2017, cuando hace años había 8.000.

Bueno, el juicio que comenzó contra los judíos entre 607 y 606 a.E.C. tuvo sus causas en el Pecado de Jeroboán, el Error de Israel, que ocurrió después de la muerte de Salomón, entre 997 y 996 a.E.C. Según Ezequiel, habría un período de 390 años en el que se sucedieron los reyes de Judá, desde Rehoboam hasta Josías y Joaquín, y luego, vinieron los últimos gobernantes descendientes de Josías, los cuales ya no representaron el Reino de Dios en el trono de David, porque fueron vasallos de Egipto y Babilonia. Ninguno fue enterrado en la Ciudad de David, una clave que ayuda a entender su situación ilegítima. Fueron muertos en un estado de cautiverio, fuera de Jerusalén.

Ahora bien, el último año de Salomón debió ser 998 a.E.C., es decir, su año 40. Entonces el primer año debió de ser 1037 a.E.C., cuando todavía era corregente con David su padre. Luego, a partir de 1 Reyes 6 sabemos que el año 4 de Salomón fue el principio de la construcción del templo, el cual fue completado a finales de 1027 a.E.C., siete años después, y fue inaugurado en Etanim de 1026 a.E.C. Además, ese año 4 de Salomón fue también el año 480 desde el Éxodo de Israel, lo cual coloca el nacimiento de Israel en Abib de 1513 a.E.C.

Es de sumo interés recordar dos líneas de confirmación sobre la fecha del Éxodo:
  1. Desde la primera Pascua, el 31 de marzo de 1513 a.E.C. y la Pascua de la muerte de Jesucristo, el 1 de abril del 33, hay exactamente 564.300 días, ni más ni menos, lo cual es perfecto por sí mismo. No hay nada más que deducir sobre esta clave.
  2. En 1513 a.E.C. el primer sábado que celebró Israel fue realmente un día sábado. El 14 de Abib coincidió con el miércoles 31 de marzo, según el calendario astronómico. Luego, fue sábado el 17 de Abib, luego el 24 de Abib y el 1 de Ziv. Entonces fueron sábados también el 8 y el 15 de Ziv. Y el relato bíblico dice que ese día comenzó a caer el maná del cielo, y entonces hubo observancia sabática el 22 de Ziv, a los siete días. Y así sucedió.
A partir de 1513 a.E.C. tenemos el tiempo en el que Abrahán entró en la Tierra Prometida y fue validado el Pacto Abrahámico. La Biblia aclara que esto ocurrió 430 años antes, en el año 1943 a.E.C., al tiempo de la siega del trigo. Allí comenzaron los 11 Tiempos del Pacto Abrahámico (3960 años), los cuales fueron representados en el drama simbólico de Génesis 15, y terminarán indefectiblemente en mayo o junio de 2018, el año que va a comenzar. La hora de Jerusalén llega justamente al cerrarse los 70 años del Estado de Israel. No es posible otra interpretación aquí. 

Luego,  tenemos que Abrahán entró en aquella tierra al morir su padre Taré, quien había cumplido 205 años. Entonces, tenemos que Taré nació en 2148 a.E.C. Y allí acudimos a la lista de generaciones de Génesis 11, donde se ve que hay 220 años entre Arpaksad, el hijo de Sem, y el nacimiento de Taré. Entonces tenemos a Arpaksad naciendo en 2368 a.E.C., exactamente 2400 años antes del sacrificio de Jesucristo, en el año 33.

Ahora bien, Arpaksad había nacido dos años después del Diluvio, lo cual significa que en 2370 a.E.C. el año del Diluvio estaba en progreso. De hecho, fue más o menos al tiempo del Pentecostés que Noé envió la paloma a explorar si había tierra. Y esa paloma representó el espíritu santo mientras que la rama de olivo representó a los escogidos, quienes nacieron al tiempo de la siega del trigo después.

El Diluvio, por lo tanto, tuvo lugar en el mes de Bul de 2371 a.E.C., entre octubre y noviembre, precisamente unos 2400 años antes que Jesús comenzara a hacer su obra pública en Galilea (en el otoño del año 30). Ése fue el año 600 de Noé, lo cual significa que el primer año de Noé 2970 a.E.C. Y es aquí entonces cuando acudimos a la tabla de generaciones de Génesis 5 y vemos que desde Adán hasta Noé había pasado un período de 1056 años, lo cual nos permite deducir que el primer año de Adán comenzó en Etanim de 4026 a.E.C.

No es casual, entonces que el 1 de Etanim de 4026 a.E.C. coincidiera con el primer día del otoño, 24 de septiembre. En ese año la luna nueva coincidió con el equinoccio. Así que es muy probable que desde allí comenzase la cuenta de la historia, es decir, los 6049 años que culminarán el 23 de septiembre de 2024. Tampoco es casual que entre el primer año de Adàn (4026 a.E.C.) y la inauguración del templo, el cual representó a Adán (1026 a.E.C.), hubiera 3000 años de separación. La cronología, por lo tanto, está bien establecida.

Sin embargo, hay un ajuste que la Sociedad Watchtower no toma en cuenta por cuestiones no entendibles todavía. La destrucción del templo de Salomón ocurrió en el año 19 de Nabucodonosor, que según las evidencias fue 586 a.E.C. Y esto se confirma porque 2300 años antes, como la representación de las 2300 tardes mañanas de Daniel 8, que comienzan al cerrarse el Pacto Abrahámico, había ocurrido la muerte de Enós (2886 a.E.C.), cuya vida representó precisamente la Era del Pacto Abrahámico, donde los hombres invocan el nombre de Yehóvah.

A decir verdad, el año 586 a.E.C. está correctamente establecido como referencia no solo por las evidencias de la arqueología, sino por los paralelismos. Israel tenía que vivir 930 años, igual que Adán lo hizo. Él murió en 3096 a.E.C., precisamente unos 3165 años antes del fin de la Era de Israel (año 70), estando el Éxodo precisamente en el centro de ese período, en la primavera de 1513 a.E.C.

Pero Israel y su santuario, en realidad vivieron 926,5 años, los cuales se cuentan desde Abib de 1512 a.E.C. (cuando ocurrió y la inauguración del tabernáculos respectivamente) y terminan en Etanim de 586 a.E.C. (cuando Judá se fue al destierro). ¿Por qué hay esa diferencia de 3,5 años en la cuenta? Por la misma razón que faltan esos 3,5 años a las 70 Semanas de Años (490 años) que hubo desde la inauguración del tabernáculo (Abib de 1512 a.E.C.) hasta la inauguración del templo de Salomón (Etanim de 1026 a.E.C.) Había media semana sin considerarse, en armonía con el modelo de las 70 Semanas de Daniel 9, relacionadas con el Mesías.

Luego, por deducción pude descubrir que la primera destrucción del templo correspondió con la muerte de Adán, mientras que la segunda con el Diluvio. Tienes sentido, en realidad. Y ese secreto misterioso se aclarará pronto, cuando tengamos evidencia sobre el principio de las últimas 2300 mañanas tardes, en mayo o junio de 2018.

A decir verdad, los datos son abrumadores y a veces tremendamente agitadores. No se puede tapar l sol con un dedo. Y es por eso que la deducción sobre los 6049 años sorprende en gran manera. En 2018 se cierra la Era Abrahámica. Eso es lo que dicen estos números. Y eso significa que en la conmemoración de la Cena del Señor, que tendría que ocurrir el 31 de marzo, se habrá escogido a los últimos miembros de los 144.000 esclavos de Dios, es decir, los últimos 12.000 sellados (la clase Benjamín). Y dice la Biblia que el nacimiento de Benjamín coincidió con la muerte de Raquel (la madre de los cristianos, el Pacto Abrahámico). El Pacto habrá cumplido su propósito, el cual es proveer a los hijos que reinarán con Jesús. Entonces, se soltarán los vientos de la calamidad sobre la cristiandad, lo cual significará los toques de las siete trompetas. Entonces, el 31 de marzo se verá, según se entiende, el momento culminante. En ese día también se cumplen exactamente 3530 años solares desde la luna llena del Éxodo de Israel.

Entonces, estemos alerta. Los eventos que se vienen sobre Jerusalén serían una clave para entender lo que se viene. Y hay muchas cosas más que hay que revisar a fondo para poder mantener claras las cosas.

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