Cuando leemos Isaías 5, conociendo de antemano que Israel es una representación colectiva de Adán, comprendemos mejor la forma cómo nos ve Yehóvah debido a nuestra rebelión original. Él plantó una viña y esperó buenos resultados, pero la desobediencia de Adán en el jardín de Edén trajo las peores consecuencias, y el resultado final: el Seol.
Para Dios, el camino actual del hombre es el de un borracho. Realmente no está en armonía con lo justo. Tambalea de error en error. Adán fue desterrado del buen suelo del Jardín, hacia el este. Así sucedió con Israel, cuando finalmente Babilonia la dejó sin habitante en suelo santo.
En el juicio final de este mundo, fuerzas extranjeras serán usadas por Yehóvah para causar desolación a este Adán impenitente, la entera humanidad de hoy. En el nivel religioso, vendrán las Naciones Unidas a pisotearlo todo. No más representante espiritual torcido. En el nivel político, vendrán seres celestiales a ejecutar la sentencia final en la batalla de Har-Magedón. No más falso reino para el hombre.
La canción de la viña sigue sonando. La Palabra de Yehóvah dura para todas las generaciones, hasta que el drama de Adán se cierre del todo.
Mateo 13 : 40 Así como se arranca la cizaña y se la quema en el fuego, de la misma manera sucederá al fin del mundo. 41 El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y estos quitarán de su Reino todos los escándalos y a los que hicieron el mal...
ResponderBorrarCIERTO.....
BorrarQuitaran de su Reino, es decir, de su casa, el juicio para todo lo demás vendrá después. --