Puede pensarse que este asunto de la cronología bíblica y su diseño es un truco mental, una obsesión... Algo así como los círculos de las cosechas. Aunque, vale decirlo, se ve que son reales. Sin embargo, estoy convencido que la existencia de tres períodos de siete Tiempos es una verdad fundamental.
Irónicamente, la verdad sobre esto no está todavía aclarada al 100%.
Hay un período de siete Tiempos que terminó el 16 de Abib de 1473 a.e.c., cuando el Príncipe del Ejército de Yehóvah se presentó ante Israel para dirigirlos en la conquista de la Tierra Prometida. Su aparición coincidió con el día en el que cesó el maná celestial. [Este maná había comenzado a caer del cielo el día 16 de Ziv de 1513 a.e.c., unos 40 años antes.]
Unos 2520 años antes de este evento, Adán y su esposa eran expulsados del Jardín de Edén, la Tierra Prometida original, perdiendo así el sustento de todos los días. Ahora, el hombre tenía que trabajar duro por su alimentación, con el sudor de su rostro, hasta morir.
La primera tentación está asociada a esta primera maldición sobre la tierra, y es por ello que Jesús citó del pasaje que habla del pan que sostiene al hombre. Y el final de este período de siete Tiempos es la representación del regreso al Paraíso, en el caso de Israel, el Adán Colectivo.
El segundo período concluyó, a más tardar, cuando nació el cristianismo. La restricción del espíritu de Yehóvah para con el hombre terminó. Este período comenzó unos 120 años antes del Diluvio, el 17 de Bul de 2491 a.e.c. No se sabe con seguridad si terminó el día del bautismo de Jesús, el día que leyó a Isaías en la sinagoga, o el día que fue derramado el espíritu santo sobre los primeros cristianos judíos.
Este período está asociado a la segunda tentación de Jesús y tiene que ver con el sacerdocio y el templo. En el Jardín estuvo el árbol de la vida, la fuente simbólica de la vida eterna. El espíritu es lo que da vida, y la congregación es como una madre que genera hijos para alcanzar esa vida gracias a la obra sacerdotal del Mesías.
El tercer período está asociado al árbol del conocimiento de lo bueno y de lo malo, símbolo de la soberanía y el gobierno de Dios. Es el último y está asociado al origen del problema. Por darle la espalda a la guía divina, Adán perdió el acceso al árbol de la vida y fue expulsado del Jardín.
La tercera tentación, precisamente, tiene que ver con el reino del mundo, el cual todavía está en manos del Resistidor. Este tercer período, al parecer, tiene dos finales: (1) Entre noviembre de 1917 y mayo de 1918, cuando finalizó el primer pisoteo del santuario por la Bestia, lo cual dio origen a la clase José, el Esclavo Fiel y Discreto; y (2) unos 100 años después, cuando nace la clase Benjamín, al tiempo en el que se termina de sellar a los 144.000 esclavos de Dios.
Este período, al parecer, comenzó en un momento entre 607 y 603 a.e.c., cuando Babilonia comenzó a ejercer dominación sobre el reino de Judá, en los días de Jehoiaquim. La autonomía de 100 años de los judíos en el gobierno de los Macabeos, entre 163 y 63 a.e.c., según se ve, es un tiempo que no se incluye en esta cuenta, pero parece encajar muy bien. De hecho, entre 63 a.e.c. y 1918 e.c. hubo 1980 años, ó cinco Tiempos y medio, un número asociado a la mitad de los 11 Tiempos de la Era del Pacto Abrahámico.
Si este último razonamiento es correcto, parece que el sellado de los 144.000 se completará en noviembre de 2017, y medio año más tarde, en mayo de 2018, comenzarán las últimas 2300 tardes-mañanas, y la autoridad de la Bestia. Las calamidades de las Trompetas también con ella.
Tiene sentido.
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